Soneto al escritor dormido

Historias regadas con savia de amor,
Mentiras, verdades y un poco de miel.
Poemas de fuego, latiendo en la piel,
Relatos cautivos, preñados en flor.


Retazos de vida que buscan calor;
Tus letras con alma, el hijo más fiel.
Batallas de tinta luchando con hiel,
Son sueños, es magia que causa dolor.


No pares, no olvides tu eterna pasión,
No cambies de rumbo, de nuevo al andar,
Escribe poeta, sin miedo a sufrir.


Es cierto, es dura la nueva lección,
Despierta y construye tu red en el mar,
No cierres la puerta que acabas de abrir.

   

1 comentario:

  1. Hace unos días puse una de mis poesías juveniles aquí en el blog y mi compañero de Taller, Luís Martínez Sémper, poeta valenciano, me preguntó en Facebook si había probado a escribir alguna poesía siendo adulta.


    Bien, con mis neuronas poéticas un poco aletargadas y oxidadas, he conseguido escribir este soneto. ¡Vaya, que no se diga que no lo he probado!

    ResponderEliminar