Despertaba cada mañana anhelando el
néctar de sus besos. Sus prometidos encuentros, avivaban mi esperanza. Nuestras
furtivas citas, mantenían la pasión. No podía imaginarme privada de tanto amor.
Pero «Los poderosos» son capaces
de mutilar la felicidad de quienes protegen. Cortan las alas a quienes
pretenden volar, prohíben los pasos que se salen de su camino y atan con fino
espino al más tierno corazón.
Parecía increíble, pero murió mi
bella historia de amor.
Brindo por los poderosos, los que rompieron
nuestro enlace. Para que iluminen su vida con la luz que me han robado. Para
que mi llanto arrope sus miedos infundados y logren abrir los ojos más allá de
su razón.
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