Cálida bienvenida


Rotura tras rotura, acabó tan lleno de agujeros como un colador. El jersey de lana viejo parecía  una red de pesca  y no una prenda de abrigo.

Cuando su barriga estaba a punto de estallar, la protuberancia marcada por su ombligo parecía asomarse al balcón de la vida.

Su hijo nació una fresca noche primaveral y ese atuendo raído le dio calor y esperanza.

8 comentarios:

  1. Una pieza que deja en el lector un golpe de ternura amarga, Yolanda. Es posible que la situación que nos toca vivir nos exacerbe nuestros sentires.

    Un abrazo,

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    1. Cuando la vida golpea, siempre cabe la posibilidad de ver su lado hermoso.

      Un abrazo, Pedro.

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  2. En los límites de la poesía social. Magnífico.

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    1. Rozar los límites de la poesía social es todo un logro.
      Gracias por tan hermosas palabras, Janial.

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  3. Un texto que induce la imaginación y, por tanto, cuenta mucho más de lo que está escrito. Gracias por compartirlo, Yolanda.

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    1. Gracias Julio. Lo fascinante de los micros es que pueden dar pie a imaginar muchas cosas.

      Una vez dije que "Para mí un micro es como la manzana de Adan y Eva. Le das un mordisco y nace una nueva historia". Una tentación difícil de esquivar.

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  4. Yolanda, un relato de esperanza que siempre da el nacimiento de un niño, y será cierto eso de que vienen con un pan debajo del brazo.

    Me gustó.

    Un abrazo.

    PD: Necesito enviarte un email, si puedes pasarte por mi rincón y dejarme tu dirección electrónica.

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    1. Me alegra que te gustase, Nicolás.

      He pasado por tu rincón y no sé dónde dejarte mi dirección de correo electrónico. Te la dejo aquí.

      yalmansa2@hotmail.com

      Un abrazo.

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